BUTLER, Pa. (BP) – Le sucedió a Bob Hurd y a otros en la recepción de una boda en la tarde del sábado 13 de julio. Los teléfonos empezaron a sonar con alertas y mensajes de texto. Le habían disparado a Donald Trump.
Hurd, pastor de la Iglesia Bautista Whitestown Road, había dirigido la ceremonia de la boda. Su iglesia está a 2,5 kilómetros del recinto para ferias Butler Farm, donde Trump pronunciaba un discurso de campaña cuando una bala atravesó la oreja derecha del expresidente. Menos de 950 pies separan el patio trasero de Hurd del tejado donde otros disparos del presunto asesino mataron a una persona e hirieron al menos a otras dos.
El tirador, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, fue abatido por francotiradores del Servicio Secreto momentos después de iniciarse el tiroteo.
El domingo, pastores de todo el país se refirieron a los acontecimientos del día anterior, y Hurd tuvo un recuerdo más cercano que la mayoría.
«Cuando comprobamos que habían disparado al expresidente, oramos por la paz de Dios en medio de la conmoción», declaró Hurd a Baptist Press. “Nos llevó más tiempo llegar a casa esa noche, ya que la intersección de la autopista 68 y Whitestown Road se había convertido en la escena de un crimen. Pero fue un inconveniente menor».
Una llamada a la oración saturó la discusión dominical sobre el suceso.
«No estábamos allí para dar vueltas al asunto o compartir opiniones», dijo. «Oramos para que Dios nos uniera a través de esto y para que las circunstancias no nos dividieran».
«No se trata de opiniones ni de charlas políticas, sino de que Dios actúe».
Hurd añadió que Barry Whitworth, director ejecutivo de la Red de Recursos Bautistas de Pennsylvania/South Jersey, ha estado en contacto para ofrecer los recursos necesarios. El servicio de oración del miércoles de la Iglesia Bautista Whitestown Road se centrará en el intento de asesinato y en el despertar espiritual del país.
Otros pastores bautistas del sur se unieron a los llamamientos a la oración. El presidente de la CBS, Clint Pressley, dijo a otros en la Iglesia Bautista Hickory Grove de Charlotte que el suceso «podría crear un desgarro en el tejido de nuestra nación, si no lo ha hecho ya».
«Es correcto que oremos de varias maneras», dijo. “Orar, por supuesto, por el presidente Trump y su esposa. Para orar por la curación de su herida. Para orar por su alma … que haya gente cerca de él para compartir el Evangelio y que se convierta realmente. Orar por las familias de las víctimas de los disparos».
«… Y orar por nuestro país, especialmente por las iglesias creyentes en la Biblia, para que seamos parte de la solución evangélica, derribando el discurso de la violencia, el odio y señalando a la gente la bondad de Dios que se encuentra en Jesús».
Brandt Lyon, pastor de la Iglesia Bautista Immanuel de Lexington, satélite de Georgetown (Kentucky), dirigió una oración por la nación.
«En esta iglesia no nos ocupamos de política; nos ocupamos del Evangelio», dijo antes.
«Señor, ayer vimos los efectos devastadores del pecado y el quebrantamiento», oró. “Oramos por la sanación de nuestra nación. Que desaparezca la división, Señor, que volvamos a un estándar de verdad que provenga de Ti y no de nuestras propias mentes y corazones pecadores.”
Además de otros asuntos como los niños en el campamento, el pastor Brad Graves, de la Primera Iglesia Bautista de Ada, Oklahoma, oró por los efectos del atentado en el país.
«Oro … para que la mano de Dios esté sobre nuestra nación», dijo. «El hecho de que esto… haya sucedido sólo muestra lo inestable que es nuestro país, políticamente dividido, polarizado en muchas opciones diferentes».
Graves, primer vicepresidente de la CBS, continuó orando por el «espíritu de Dios para nuestra nación». No sólo para la iglesia, sino para cada creyente y en todas partes… para que podamos hacer retroceder el mal en todas sus formas».
Los pastores señalaron cómo sus sermones, seleccionados con meses de antelación, parecían abordar los acontecimientos del sábado. El de Pressley estaba basado en Marcos 13:32-37, que insta al oyente a «permanecer despierto» y atento, pues nadie sabe qué día le llegará su hora. El mensaje de Hurd se titulaba «En esa misma hora» y estaba basado en Juan 4:43-54.
El domingo, su esposa, Lisa, tomó desde su casa una foto de la bandera estadounidense que colgaba ente dos grúas durante el mitin- la misma bandera que aparece en una foto ya histórica tomada momentos después del tiroteo.
Una tragedia que incluyó la pérdida de vidas aún puede ser utilizada para el bien, dijo.
«Dios es más grande que estas circunstancias», señaló Hurd. “Habrá oportunidades para compartir el Evangelio.
Estoy orando para que el avivamiento y la paz de Dios se abran paso».
