BOGOTÁ, Colombia (BP)–El arzobispo católico romano de Colombia, Octavio Ruiz, expresó su preocupación acerca de la deserción de aproximadamente 40 millones de feligreses que en años recientes se han unido a las iglesias protestantes en Latinoamérica, lugar donde reside la mitad de la población católica-romana. Brasil es particularmente estratégico ya que ahí viven más católico-romanos que en cualquier otro país y también hay un 15 por ciento de protestantes.
Ruiz, quien también funge como vicepresidente de la Comisión Pontificia para Latinoamérica, citó dos causas para este éxodo: 1. el debilitamiento de la evangelización entre los católico-romanos, y 2. la gran formalidad de la misa católico-romana en comparación con el animado y vibrante estilo de alabanza en las iglesias protestantes.
Según una historia del 12 de julio proveniente de Reuters/ACPress y publicada en Protestantedigital.com, Ruiz recomienda que la iglesia copie el estilo de alabanza de los protestantes en Latinoamérica, para así hacer que la misa sea una experiencia más alegre, más atractiva, con la esperanza de que detenga la deserción en sus bancas en América Latina.
El escritor enfatizó la ironía de la aparente disposición de la Iglesia Católica Romana para duplicar la actividad de los grupos protestantes a quienes anteriormente consideró como sectas y también dijo que la iglesia pudiera tener más éxito para retener a sus miembros si pudiera duplicar otros aspectos de las iglesias protestantes, tales como el mensaje cristocéntrico y bíblico, la autonomía eclesiástica y la libertad de conciencia, diciendo que dichos aspectos sin duda también han influenciado el crecimiento de los evangélicos en Brasil y en el mundo.
El éxodo no es una preocupación reciente. El porcentaje de creyentes que practican la versión del cristianismo según el Vaticano ha disminuido rápidamente durante los últimos 30 años. Esto lo dice una historia que el 3 de mayo publicó Reuters, en donde dice que la tendencia fue en parte una de las razones por las cuales el Papa Benedicto visitó Brasil por cinco días, con la esperanza de “desafiar las bajas en el catolicismo.”
“Cuando el fallecido Papa Juan Pablo II visitó Brasil en 1980, el 89 por ciento de los brasileños se identificaban como católicos. Para el 2000, cuando se tomó el último censo, la población católica había bajado a un 74 por ciento,” reportó Reuters. “El número de protestantes evangélicos casi se triplicó en el mismo periodo, alcanzando los 26 millones o el 15 por ciento de la población. Tal crecimiento, el cual se espera que continúe, está alterando dramáticamente el panorama religioso de un país donde la identidad nacional ha estado intercalada con el catolicismo desde que llegaron los portugueses hace 500 años.”
“No voy a decir que me da gusto cuando los creyentes se van de la iglesia,” dijo el arzobispo de Sao Paolo Odilo Scherer en una entrevista con el diario O Estado de Sao Paolo. “Quizá nuestros métodos son inadecuados.”
–30–
Norm Miller es un escritor independiente residente en Richmond, Va.
