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Page: Pongan atención a las señales


INDIANAPOLIS (BP)–Se necesitan ojos discernientes para reconocer la condición espiritual de los bautistas del sur, dijo Frank Page el 10 de junio en su último sermón como el presidente de la Convención Bautista del Sur durante la reunión anual que ésta sostiene en Indianápolis.

Page, pastor de la Primera Iglesia Bautista en Taylors, C.S., dijo que los bautistas del sur deben desarrollar un tipo de discernimiento similar al que salvó a los pobladores de la isla de Simeulue del tsunami que azotó el sur de Asia el 26 de diciembre de 2004.

Los ancianos del pueblo notaron que el agua se retiraba de la orilla del mar y en pocos minutos advirtieron a los pobladores de la isla para que se refugiaran en tierras más altas. Su recuerdo comunitario sobre el tsunami que en 1907 casi destruye toda la isla les ayudó a darse cuenta del peligro que les asechaba. La isla sólo perdió a siete de sus 75,000 habitantes, según reportó el diario The Seattle Times.

“Una y otra vez la gente de esa isla había escuchado asiduamente la historia acerca de lo que pudieran ser las señales de un evento similar, y tomando nota de la historia, reconocieron las señales de advertencia, en unos minutos los ancianos pudieron difundir la alarma y los pueblos fueron evacuados, yendo a tierras más altas. Sus vidas físicas fueron salvadas ese día.”

Page preguntó si los bautistas del sur pudieran ser capaces de reconocer las señales de lo que está pasando dentro de la convención, entre sus iglesias y en las vidas de los creyentes individuales.

“¿Podremos asiduamente avisarles a los que vienen detrás de nosotros acerca de las señales que Dios ha enviado para bendición y las señales que Dios ha enviado para juicio?” preguntó Page.

Predicando sobre Juan 4:7:30, la historia sobre la mujer samaritana, Page dijo que los bautistas del sur necesitan experimentar la misma transformación que tuvo esta mujer. Pero antes de que suceda la transformación, los creyentes deben examinarse a sí mismos para discernir sus condiciones espirituales.

En su encuentro con Jesús, Page dijo, la mujer samaritana “fue forzada a verse a sí misma tal cual era. Yo creo que Dios quiere lo mismo de nosotros.

“Yo creo que cuando Cristo nos confronta, nos fuerza a vernos a nosotros mismos tal como somos realmente,” señaló. “Se nos fuerza a contender con lo que somos realmente y abandonar las falsas fachadas que a veces ponemos delante de nosotros, todas nuestras pretensiones, todas las excusas y todas las apariencias exteriores. Todas son invisibles para Dios y se nos obliga a vernos tal como somos.”

A menudo, ser confrontados por Cristo es un proceso doloroso, dijo Page, pero los bautistas del sur, individualmente, en las iglesias y en la convención necesitan “lidiar honestamente con el pasado y dejar de huir, como tendemos a hacer.”

El mundo quiere que los cristianos se mantengan en la superficie y rechacen cualquier tipo de examen profundo o llamado de Cristo. Esto, dijo Page, es el “llamado del cristianismo cultural.”

“No lidiar con la realidad. No lidiar con lo que realmente está pasando en tu familia, en tu iglesia, en tu vida. Mantenerse en la superficie. Mantener las cosas poco profundas. Esa es la mejor y la peor expresión del cristianismo cultural. Está estrangulando la fuente de vida de nuestras iglesias y nuestras familias.”

El cristianismo cultural, afirmó Page, es una “tumba en la que hemos caído todos,” advirtiendo que las iglesias de la convención pueden estar haciendo lo mismo, ya que demasiadas personas evitan la verdad, evaden la realidad y culpan a otros por lo que está mal. Pero Page dijo que las señales de peligro en la CBS y en sus iglesias no son la culpa de la postura política de diferentes grupos o del fracaso de la Resurgencia Conservadora por querer aumentar la tasa de bautizos.

En realidad, señaló, las iglesias y los creyentes individuales necesitan tomar el mismo acercamiento de la mujer samaritana en su encuentro con Jesús. La mujer no pudo culpar a otros por su condición y de igual manera, “Dios nos está llamando a ver que el problema yace dentro de mí,” afirmó Page.

“Hemos estado ignorando el llamado que Dios nos hace al arrepentimiento,” continuó Page. “Hemos fracasado en ser relevantes para una cultura que nos ve como representantes de la muerte y no como representantes de la vida. Cuando viene sobre nosotros el poder del Espíritu Santo, hacemos lo que siempre hemos hecho; lo evitamos y lo evadimos.”

Page dijo que tenía una gran preocupación por la desintegración de las iglesias en la CBS. Pocos estudiantes en el seminario, dijo, se están graduando y yendo a servir a iglesias tradicionales. También dijo que muchos creyentes individuales ya no practican el evangelismo personal.

“Si algo sale de esta convención, ¿se unirían a mí para decir que el problema no es el otro, sino yo mismo?” preguntó Page.

“Yo creo que Dios quiere ver dentro del corazón de nuestra convención y de nuestras vidas individuales, ver más allá del dolor y de la pena y ver en lo que nos hemos convertido… un grupo de gente que ama a Jesús, que ama la Palabra inerrante de Dios, pero que aman al mundo y quieren ser tan relevantes culturalmente como lo fue Jesús con Su mundo, con el perenne mensaje que Jesús es el Mesías y que Él nunca cambia.”

Page dijo que Dios puede ver un cuerpo de creyentes que están unificados, a pesar de las diferencias, con el propósito de compartir el Evangelio con los perdidos en el mundo. También comentó que Dios puede ver más allá del dolor y la pena y ve un cuerpo de creyentes “que al mismo tiempo pueden apoyar al Programa Cooperativo [de misiones y ministerios de toda la convención] y ganar a los perdidos para Cristo.

“No se excluyen mutuamente y no escuchen a nadie que afirme tal falsedad,” declaró Page.

Page concluyó su sermón recordando a los mensajeros que el primer instinto de la mujer samaritana luego de su transformación fue compartir con los habitantes de su poblado lo que ella había recibido. Había sido “el chisme del pueblo,” pero ahora quería hablarles sólo de Jesús, comentó Page. De manera similar, debería ser lo más natural para los bautistas del sur el seguir los instintos espirituales que da Jesús a aquellos creen y comparten el Evangelio.

Jesús es la única esperanza para la convención, para las iglesias, para las familias y para el mundo, señaló Page, añadiendo que cree que Dios quiere que la convención avance en compartir el Evangelio con los perdidos. Pero Page agregó, “ocurrirá una resurgencia de la Gran Comisión sólo cuando nos enamoremos de quien dio la Gran Comisión –y ése es el Señor Jesús.”
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Gregory Tomlin es un escritor que radica en Fort Worth, Texas.

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  • Por Gregory Tomlin