LIMA, Perú (BP)–Desarrollar líderes de iglesias locales puede ser uno de los retos más grandes para los misioneros ya que requiere mucho tiempo, entrenamiento y paciencia.
Pero cuando Quentin y Gina Roberts llegaron para trabajar en los barrios urbanos pobres de Lima, Perú, descubrieron que un líder nacional ya había tomado la iniciativa.
Pepe Luis Flores Varas se convirtió en pastor de la Iglesia Evangélica Bautista Morada de Dios en agosto de 1997. No sólo es pastor sino que planta nuevas iglesias y ha ayudado a plantar cinco iglesias bautistas en Lima y las áreas a su alrededor.
La congregación original comenzó con una sola familia que se reunía en la sala de José Rojas, el primer pastor y fundador de la iglesia. Él y su familia comenzaron a invitar a sus vecinos a alabar a Dios con ellos. Eso atrajo a tres familias y a otras más.
El espacio los limitaba y al fin les guió a comenzar otras iglesias para que su crecimiento continuara. Pero el usar las casas como lugares para reunirse es parte de la estrategia todavía. “Moradas de Oración” es el nombre que Flores Varas les da a esos hogares que abren sus puertas para ofrecer cultos.
“Justo al cruzar la avenida hay viviendas militares,” dijo Flores Varas, apuntando hacia la calle. “Cerca del 40 por ciento de nuestros miembros son militares.
“Nuestra visión viene de Levítico 26:11, ‘Yo pondré mi morada entre vosotros,’ dijo. “Nuestra visión es tener una ciudad llena de casas de oración.
“Quiero guiar y dirigir a la iglesia para que se convierta en una iglesia misionera,” declaró el pastor Flores Varas. “Una vez al año, nuestros hermanos y hermanas salen y hacen trabajo misionero por todo el país.”
La iglesia, en asociación con la Convención Bautista Peruana, ha comenzado un proyecto piloto llamado “Amor Exigente.”
“Este proyecto es para familias que tienen miembros luchando con adicciones como el alcohol o las drogas,” dijo Flores Varas, quien también es el director de ayuda social para la Convención Bautista Peruana.
Junto con la iglesia, Flores Varas ha comenzado programas para las esposas e hijos de los pastores. Cirilz Ecoillo de Flores, la esposa del pastor, es una parte crucial del ministerio.
Muchas de las esposas de los pastores no tienen a nadie a quien contarle sus problemas.
“Les da pena hablar con otras esposas,” dijo Flores. “Batallan a diario con problemas de salud y la presión económica de la iglesia sobre sus familias.”
Para ayudar a satisfacer tal necesidad, las esposas de los pastores se reúnen cada mes. Para muchas es un tiempo para soltar sus problemas y batallas. Para algunas es un rato para convivir con otras mujeres que tienen situaciones familiares similares.
También hay un campamento para los hijos de los pastores.
“La economía anda mal por aquí,” dice Flores Varas. “[El campamento] les ayudado a darse cuenta que no tienen que sufrir-física o económicamente- y que son especiales. Muchos de los niños ahora ya están trabajando con sus padres [en su ministerio].”
Flores Varas y su esposa entienden la importancia de los niños en la iglesia — son el futuro. Oran para que la iglesia continúe creciendo y que más líderes fuertes tomen la iniciativa.
La iglesia espera que algún día se puedan mudar a un local más amplio.
“Fue el sueño de Rojas el tener una iglesia en la Avenida Principal [de Lima],” dijo Flores Varas. La iglesia está orando acerca de la compra de una propiedad en ese lugar.
“El pastor Pepe ha hecho un excelente trabajo en comunicar su visión e involucrar al liderazgo y laicos de su congregación en la plantación de iglesias,” dijo Quentin.
“Nuestros corazones reciben bendición por la pasión y convicción del pastor Pepe en su compromiso para alcanzar a los perdidos y traer nuevos creyentes a la comunión con otros creyentes a través de la plantación estratégica de iglesias,” afirmó Gina.
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Para saber más sobre Perú y cómo participar en la obra, visite la página en la Internet southamerica.imb.org.
